Tras muchos años de bar en bar tomando cañas y vinos, me he dado de cuenta de que repelo los pinchos. Ya sea en barra o en la mesa, vaya donde vaya, todo el mundo se nutre de exquisitos manjares y por alguna extraña razón, en muchas ocasiones a mi me dejaron sin probar bocado.
Así que he decidido registrar en este blog todos aquellos lugares donde me ha ocurrido este hecho, y no para criticarlos, sino para que se acuerden de mimar un poco más a los clientes, a todos.
Este blog está dedicado a todos aquellos bares en los que sirvieron pinchos a todo el mundo menos a mi.
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